Así llegó el primer gol, un balón largo de Modric que ni San José, sobrepasado durante todo el encuentro, ni un flojo Aurtentxe lograron anticipar para que Benzema evitara abrir el marcador. Posteriormente, el enésimo gol en jugada de estrategia, en una falta lejana mal defendida en lo individual puesto que Ramos remata solo y en lo colectivo puesto que una defensa tan retrasada lo único que consigue es que el rematador rival lo haga al borde del área pequeña. El tercero de Benzema fue un golazo que el francés se saca de la chistera y pone muy lejos del alcance de Iraizoz. Terminando el primer tiempo Ibai logró acortar distancias en el único remate a puerta del Athletic.
No estuvo nunca cerca la remontada, y si hubo alguna posibilidad ya se encargó Teixeira Vitienes de abortarla, pues se hizo el loco, como ya hicieron Muñiz Fernández o Undiano Mallenco en ocasiones anteriores, en una mano clara y clamorosa de Coentrao que de haber sido marcado el consecuente penalti el partido pudo haber cambiado, o quizá no. En la siguiente jugada Özil marcaba a placer tras pase de Benzema. Khedira cerraría el marcador tras batir por bajo del brazo a Iraizoz, bien colocado durante todo el partido. Cristiano se limitó a chutar sin ton ni son desde cualquier lugar del campo.
El Athletic mal en defensa, dando muchas facilidades, y arriba sin pegada, donde ni si quiera en estrategia se logró crear peligro pues cada centro al área no superaba el metro y medio de altura. Se notó la ausencia de De Marcos, Herrera y Amorebieta, no existió profundidad, ni capacidad de asociación en el centro del campo ni agresividad en defensa.
La semana que viene a recibir al Deportivo sin Aduriz, que vio su quinta tarjeta, y con las dudas de Gurpegui y Muniain que abandonaron el campo con distintas dolencias.
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