domingo, 31 de mayo de 2015

ATHLETIC, SEGI AURRERA

Rendidos a la evidencia acabamos la tercera final de copa que nos enfrentaba al Barcelona de Messi, y es que cuando el argentino "está" es imparable, ni defensas cerradas, ni presiones altas, ni ayudas y coberturas, ni marcajes individuales... Leo coge el balón y se va, se va solo o se va acompañado o se va asociándose.

Probar el marcaje individual era una solución difícil de entrenar porque en ningún lugar vas a poder enfrentarte entre semana a alguien como Messi. Sí había ayudas pero éstas generaban más desequilibrios a la espalda de Balenziaga que los propios desequilibrios de Leo. Nunca sabes cómo enfrentar de forma efectiva a un equipo que sabe sacar el balón desde atrás con un portero que te pone el balón en el pie del compañero que quiera y cuyo compañero es capaz de bajar el balón con cualquier superficie del cuerpo y en la dirección que sea necesaria.


No nos sirve ahora el consuelo de ser la mejor afición del mundo, ni el mérito de haber llegado a una final, ni de habernos enfrentado al mejor equipo del mundo, ni de tener una filosofía especial y única... No hay consuelo. Las generaciones de los 80, 90 y 2000 no sabemos qué es ganar con el Athletic, ganar títulos claro. Cada vez es y será más complicado. Anoche descubrimos que Williams es un león, de los válidos, de los que van a perdurar en el fútbol de alto nivel, pero con uno cada 5 años no hacemos nada. Tenemos que aunar esfuerzos, entender el fútbol desde una misma perspectiva y que ésta sea permanente y no esté sujeta a la persona encargada de coordinar o dirigir Lezama.

En algo sí ganamos, y lo hacemos todos los días. Lo demuestra Muniain en sus redes sociales y como no puedo expresarlo mejor que él me limito a transcribirlo:

"Vosotros sois nuestro mejor titulo, nuestra mejor copa, nuestro mayor triunfo...
Algún día conseguiremos hacer realidad vuestro sueño..nuestro sueño.
Orgulloso de formar parte de este gran equipo, de tener a la mejor afición y de compartir el mismo sentimiento con todos ellos.
Prefiero llorar contigo que celebrar con otros.
GRACIAS!
ATHLETIC BETI ZUREKIN"


miércoles, 20 de mayo de 2015

CUANDO EL ÉXITO NO ES TOCAR EL CIELO

El éxito como objetivo, como esa meta que uno ve en un horizonte que cada paso que da éste se aleja más, y cuanto más rápido uno corre más rápido se va; te tropiezas, te caes, te paras, el horizonte se detiene, te levantas, emprendes la marcha más veloz y con más fuerza pero la meta hace lo mismo.


Este es el éxito que uno siempre cree buscar con ahínco, perseguir hasta la extenuación, prepararse para llegar a él,... Pero cuando uno se para a pensar y a reflexionar se da cuenta de que el éxito es mucho más que llegar alto, más que lograr ganar.

En ese concepto de éxito que creemos perseguir, lo tiene más el que logra mantener una familia gracias al esfuerzo de otros que el que lo logra a través de su esfuerzo; más éxito tiene el que con el mejor equipo del mundo con un presupuesto desorbitado logra ganar un título que el que logra mantener a un equipo modesto con un presupuesto más que limitado. No puedo estar más en desacuerdo con quien cree así.

El éxito en el que creo es un camino que uno transita con la intención de llegar a un sitio, es el aprendizaje a través de los impedimentos que uno encuentra, son los saltos que damos a los muros que pasamos, las patadas que damos a cada piedra que nos hace tropezar, son los compañeros que uno se cruza para compartir cierto segmento del trayecto, son los amigos que se te enseñan porque piensan distinto, son la gente que te apoya y que confía en ti.


Y lo expreso ahora (como ya hacía antes -¿Qué es el éxito?- sin haber logrado nada bueno o al menos nada del otro mundo), que entiendo que el éxito de un ascenso no está en el ascenso en sí ni en las numerosas victorias, sino en levantarse cuando te caes, en volver a tocar el cielo cuando tras tocarlo por primera vez has bajado al infierno, en ver crecer a los que tienes bajo tu responsabilidad, en creer que fuera posible cuando todo parecía perdido.