martes, 21 de enero de 2014

EL "KARAJO" DEL ATHLETIC, GRACIAS LOCO

Hubo un tiempo en el que peleábamos por ganar cada título en juego, los rivales venían a San Mamés sabiendo que no se llevarían nada o pensando que iban a sufrir mucho, época de grandes encuentros, resultados para la historia y recuerdos imborrables.


Pero la ley Bosman, por ejemplo, y el endeudamiento pasado por alto en casi todos los clubes convertidos en sociedades anónimas, los fondos de inversión etc hicieron que el Athletic fuera perdiendo protagonismo, San Mamés seguía siendo grande e infundiendo respeto pero los leones no eran fieros, estaban empequeñecidos, no creían, y se conformaban con estar entre los 10 primeros o incluso con no bajar...

Pero llegó un loco, un bendito loco, se juntó una muy buena generación y les hizo creer que todo era posible, que con esfuerzo y fe en sí mismos se podía ganar a cualquiera tanto en casa como fuera, y no solo ganar, también se podía enamorar jugando, ser la envidia en intensidad y sacrificio, en jugadas de tiralíneas trenzadas para llegar una y otra vez a las inmediaciones del área rival, avasallar, pasar por encima del contrario, arrollándolo y haciéndole arrodillarse a sus pies.

Éramos capaces y lo sabíamos, y los demás también lo sabían. El partido de ayer, la enésima remontada en San Mamés, fue una muestra de ello. El Valladolid vino sabiendo que lo normal era perder, sentirse superado y volver a casa con el rabo entre las piernas pensando en el envite próximo. Valverde ha sabido mantener esa ambición que inculcó Bielsa y le ha dado sus toques personales para hacer al equipo más sólido por ordenado y menos alocado, pero igualmente intenso, sacrificado y generoso en el esfuerzo. Nadie olvida las asociaciones de Herrera con Iraola y Susaeta y los desmarques permanentes de De Marcos a la espalda de la defensa, y ayer, una vez más, se pudo ver ese trabajo de temporadas anteriores.

Gracias Valverde por seguir sacando partido y por permitirnos soñar. Y gracias Marcelo Bielsa por reeducarnos y hacernos aprender a soñar de nuevo, a creer que todo es posible y a seguir pensando que somos un equipo grande.

lunes, 13 de enero de 2014

ATHLETIC: ALMA DE BIELSA, RESULTADOS DE VALVERDE Y FILOSOFÍA

Aprovechando el buen hacer en cuanto a resultados y juego (al que sigo viendo todavía como una amiga cercana) empiezan a aparecer los "con Bielsa todo el mérito era suyo y ahora nadie menciona a Valverde", me gustaría decir que el mérito esta vez puede ser bien compartido por ambos.


Obviamente, estos resultados y esta forma de defender y la intensidad y el ritmo con que se juega tiene un máximo responsable que es Valverde, faltaría más. Colocar las piezas en su sitio y encontrar el once tipo ha costado su tiempo sin que los resultados se hayan visto perjudicados, y ahora los puntos que hay en el zurrón, que en cualquier otro tiempo pasado harían del Athletic un equipo candidato al título de liga, nos permiten soñar con escuchar el himno de la Champions League la temporada que viene.

¿Dónde está el mérito de Bielsa? En el alma, en la conciencia, en la capacidad que ha generado en muchos de los futbolistas dándoles las herramientas necesarias para resolver las innumerables situaciones que acontecen en el terreno de juego. Principalmente en el espíritu que ya teníamos olvidado, la grandeza, la ambición, el poder pensar que todo es posible; y aunque algunos aquí incluirían un "a pesar de la filosofía", yo voy a poner un "gracias a la filosofía".

Los que no quieren al Athletic ven en nuestra filosofía un "pero", mientras que los que lo amamos vemos una fortaleza. Y es ahí donde aparecen jugadores que si no fuera porque son vascos y del Athletic jamás podrían jugar en primera durante tantos años, tener una carrera sólida en la élite. Y no es menospreciar su talento, hay jugadores buenos y jugadores no tan buenos, me refiero al alma que ponen en cada partido que juegan, cada entrenamiento que hacen porque defienden un escudo y unos colores únicos en el mundo amparados por una filosofía una afición que no tiene igual en el mundo, tiene mucho mérito y también merece un reconocimiento. Estar en lo más alto sin un talento especial (como pueden tener Messi, Iniesta, Zidane, Romario,...) habla mucho y muy bien de la persona, otra cosa es que a mí por ejemplo me guste ver a gente de talento porque me gusta saber que hay cosas que se tienen o no se tienen y que por eso son privilegiados.