jueves, 19 de junio de 2014

DEL BOSQUE: LA BUENA PERSONA TAPÓ AL BUEN ENTRENADOR

¿Quién imaginaba un final así para le generación que ha llenado de títulos las vitrinas de RFEF? ¿Quién imaginaba semejante epílogo al grupo de jugadores que no solo ha cambiado la mentalidad de un país si no que también ha dejado un poso de "buen juego" en el resto del planeta futbolístico?

Ni el más pesimista, ni el más contrario a la lista pudo predecir semejante batacazo. Hay quien no está de acuerdo con la convocatoria, quien piensa que el propio Del Bosque no era el más adecuado, ni las alienaciones, ni el capitán, ni el color del brazalete, ni el lema del autobús y seguramente hay quien crea que siendo campeones no deberíamos haber ido incluso.


Por supuesto que hay cosas que creo que no se han hecho bien como algún convocado, las dos alineaciones etc. Particularmente creo que la presencia de Costa en el once, que no en la convocatoria, ha perjudicado al equipo más que otra cosa, y es que resulta absurdo prescindir del delantero seleccionable con mayor número de goles anotados durante la temporada. Pero el acoplamiento ha brillado por su ausencia. La presencia de Costa en la punta ha provocado dos cosas: que ante la falta de soluciones en el medio se haya optado por buscarle en largo, lo que hace que si llevas el balón arriba muy rápido, éste vuelva con mayor velocidad sobre tu portería, es decir, no habría control del juego, dominio, el rival se sentía seguro con y sin balón, y nosotros incómodos con él porque no había seguridad ni confianza y mucho más incómodos sin él porque no es un equipo hecho para correr hacia atrás.

Algo que tampoco ha ayudado mucho ha sido que los pocos robos de balón que ha habido, no se han aprovechado porque se ha pretendido atacar por la misma zona en la que se ha robado, la acumulación de rivales es obvia en esa zona y la poca confianza con el balón en los pies hacía el resto.

Tampoco soy partidario de la poca presencia de Villa en los 180 minutos que han mandado a casa a la selección, ni la poca participación de Cesc o Xavi en un equipo que necesita tener y abusar de tener el balón.

En cuanto al tema de la convocatoria, me pongo en la piel de Vicente Del Bosque y yo también sería incapaz de no llevar al núcleo que ha llevado al equipo al Mundial y que ha logrado lo que ninguna otra selección ha logrado nunca, ni aquí ni allí. Es mi grupo y si me caigo me caigo con mi grupo, a mi manera, porque somos un grupo de personas, sí, personas, porque los futbolistas y los entrenadores también son personas. Es por esto creo que es posible que el cariño y la confianza en su grupo le ha impedido ver las carencias del mismo así como los estados de forma colectivos e individuales tanto a nivel físico como a nivel mental, principal motivo a mi entender del batacazo rojo.

Desde aquí sigo admirando más si cabe a esta fantástica generación y al entrenador que ha preferido ser justo con los suyos. Nos han hecho soñar y han dejado un legado que pocos equipos han logrado, siempre será recordada por el qué, pero más por el cómo, ahí radica su éxito.