martes, 30 de agosto de 2011

La gran brecha del fútbol.


Acaba de empezar la liga y ya sabemos cómo terminará: dos equipos (equipazos) peleando por el título y otros 18 equipos luchando por entrar en Champions y Europa League y por la permanencia. En esta jornada, Madrid y Barcelona han ganado 0-6 y 5-0 a Zaragoza y Villarreal (cuarto de la última liga), respectivamente, haciendo unos alardes técnicos y tácticos fuera del alcance del 99% de los equipos del mundo. Nos guste o no es la realidad que tenemos.

¿Puede considerarse la mejor liga del mundo? Sí y no. Sí, porque podemos disfrutar, cuando juegan contra un equipo que no es el nuestro, del juego que realizan, los goles que meten, etc. Y no, porque por lo menos dos veces van a jugar contra nuestro equipo y porque cada vez que no jueguen entre ellos, que son 36 jornadas, las segundas partes sobran.

El desequilibrio en forma de pago de las televisiones a los clubes genera un desequilibrio mucho mayor en los partidos hace que Madrid y Barcelona disputen 36 partidos para ver quién marca más goles y otras 2 para ver quién gana la liga, mientras los otros equipos disputan 34 jornadas y asisten al estadio 4. Y es que con ese dinero que cobran de más pueden permitirse el lujo de fichar a Kaká e Ibrahimovic por 70 millones de euros, venderlos por 25 y comprar a otros dos jugadores de recambio por 50. Por otro lado, Valencia, Sevilla, Villarreal y Espanyol, por citar algunos, deben desprenderse de sus Mata, Villa, Luis Fabiano, Alves, Cazorla, Forlán, Osvaldo, Callejón,… para poder cuadrar las cuentas. Pero también es cierto que esas cuentas descuadradas lo están porque han querido gastar más de lo que se ingresa, que es bastante menos que lo que ingresan los dos grandes.

Tampoco sé hasta qué punto el juego desplegado ayer por el Barcelona es mérito suyo o demérito del contrario. Claro está que la calidad que atesoran es inmensa, pero esa calidad que tienen ellos es la que no tienen los demás porque no tienen el dinero suficiente para comprarlo.

Y lo peor de todo es que los mismos que se quejan del desajuste son los que viven de esa liga polarizada, los periodistas. ¿Por qué? Porque es lo que más vende, lo que más lee, lo que más se escucha y lo que más se ve.

Y es con estas ganas de generar más dinero (para los dos de siempre) por lo que se inventan 9 horarios para poder  ver el máximo número de partidos, incluyendo un partido a las 12 del domingo para que se pueda ver en China y del que no van a participar nunca Madrid ni Barcelona que precisamente son los que venden allí ¿?. Este horario de las 12 a los que más perjudica es a los equipos de 2ª, 2ª B, 3ª y demás territoriales, pues sus partidos lo más normal es que coincidan, con lo que habrá menos gente que vaya a sus campos (sí, menos aún) y, por tanto, ganarán todavía menos dinero.

Total, que los únicos beneficiados son Madrid y Barcelona que gracias a la LFP, que forman 42 equipos de 1ª y 2ª división, logran mayores ingresos que el resto de equipos. Todo esto acabrá por desembocar en una liga europea que entonces será la muerte definitiva de la liga tal y como la conoces, tal y como la hemos disfrutado durante 100 años. Y mi pregunta es: ¿por qué los otros 40 equipos permiten todo esto?

domingo, 28 de agosto de 2011

ATH, 1- RAYO, 1. Más intención que juego.


La intención de jugar más en campo contrario que en el propio y de jugar más en corto que en largo no sirve si luego no se plasma en el terreno de juego, y es que excepto detalles de buen juego en momentos aislados, el Athletic ha corrido más detrás del balón y del contrario que mirado hacia delante con decisión y confianza. El Rayo ha tenido más el balón y ha sabido moverlo con más criterio haciendo más daño y creando mejores oportunidades de gol que los locales.
El empate a uno ha dejado a la afición que hoy casi llenaba La Catedral con las ganas de ver el equipo que promete Bielsa y ha añorado en exceso el estilo directo y rocoso de tiempos no tan pasados. Si no es por Gorka Iraizoz que ha detenido un balón que se colaba por la escuadra y ha resuelto con aplomo un mano a mano, no hubieran volado dos puntos si no los tres de San Mamés.
El Athletic ha sido un equipo deslavazado y falto de ideas, en donde a destacado para mal un gris y desaparecido Javi Martínez. La defensa no se ha encontrado a gusto en ningún momento pues el equipo de Vallecas llegaba siempre más hombre de cara mientras el equipo rojiblanco replegaba. El centro del campo ha estado inconexo, Herrera e Iturraspe no se han encontrado para elaborar y tampoco han sabido conectar con una delantera poco nutrida y en la que Susaeta ha estado tan desacertado como Muniain, que ha perdido dos balones que han generado sendas ocasiones de gol rival por excederse en la conducción del balón. Tampoco las ubicaciones de Gurpegui y De Marcos como laterales han ayudado y sólo la entrada de Iraola en la segunda parte ha dado más profundidad. Por su parte, Fernando Llorente ha estado desasistido y a penas ha tenido ocasiones de perforar la meta rival.
Tampoco se puede saber hasta qué punto ha sido por desmerecimientos propios o por aciertos de un contrario que ha evitado que el conjunto de Bielsa haya sacado el balón jugado desde atrás con claridad y haya tenido que recurrir en demasía a balones largos que no han llevado a ningún lado.
Si bien en el primer tiempo el Rayo ha conseguido maniatar al Athletic y mover el balón con más criterio, en la segunda mitad ha sido éste quien parecía que, tras el gol de Iturraspe, se iba a hacer con los tres puntos. Al final, el empate de Movilla ha hecho justicia con lo ofrecido por ambas escuadras, pues ninguna de ellas ha sido merecedora de llevarse el partido.

viernes, 19 de agosto de 2011

DE ESTILOS DE JUGAR, GANAR Y PERDER


Ayer el nuevo Athletic de Marcelo Bielsa (a ver cuánto tarda en ser Martxelo) arrancó oficialmente su andadura en una temporada de ilusión tras ver un cambio sustancial en las intenciones al afrontar el partido con valentía y con un estilo tan arriesgado como bonito. El centro del campo compuesto por Javi Martínez, Herrera e Iturraspe acompañados en la delantera, si bien se movió por todo el terreno de juego, con Iker Muniain es medio equipo de la selección sub-21 campeona de Europa el pasado mes y que enamoró a propios extraños con su juego vistoso, de posesión y posición.
Si bien es cierto que el partido acabó con un decepcionante empate a cero vistas las numerosas ocasiones desperdiciadas por los leones, la forma en la que llegaron son el fiel reflejo del cambio de estilo impuesto por Bielsa de amplitud de campo, posesión en el campo del rival, juego interior, ausencia de melones… todo lo que ya anunció en su primera rueda de prensa. Buenas intenciones que hay que plasmar con resultados, claro está, pero la mejor manera para ganar es jugar bien, porque si tienes el balón el rival no ataca y estás atacando y defendiendo al mismo tiempo, porque cuando tienes jugadores de calidad hay que aprovecharlo.
Iraizoz fue ayer un espectador más, apenas tuvo que intervenir 2 o 3 veces y lo solventó muy bien. También es verdad que si el Trabzonspor no se queda con diez se hubiera sufrido más en defensa pero se hubieran aprovechado mejor los espacios en ataque, como bien dijo el entrenador argentino. Y además añado, que en esa rueda de prensa post-partido es la primera vez que no oigo excusas en 4 años, contó lo que pasó en el partido y no se justificó ante el decepcionante empate a cero contra un rival en inferioridad casi todo el partido. Otros hubieran dicho que las circunstancias, la mala suerte… eran los culpables, él no, él asumió que hubo errores y explicó el porqué de ellos, que se deben mejorar.
En otro orden de cosas, el día anterior nos dejó el peor clásico de los últimos años fuera del terreno de juego, porque en el verde se pudo disfrutar de un partidazo entre los dos más grandes del fútbol español y mundial, ambos fueron a por el partido de cara. El Madrid anuló muy bien todo lo que pudo al Barcelona y éste aprovechó de maravilla los espacios dejados atrás por la presión tan adelantada del conjunto merengue.
La diferencia en el terreno de juego la marcó Messi, la asistencia del primero y los dos goles posteriores decantaron el partido y el título a favor de los blaugranas, merecedores de la Supercopa. Fuera del campo Mourinho volvió a erigirse en protagonista, una vez más, en el acto más lamentable que recuerdo de un entrenador metiendo el dedo en el ojo al un técnico del equipo rival. Pero lo peor no es eso, lo peor es que gente que ha sido un ejemplo dentro y fuera del campo ya no lo son, hablo de Casillas y Xabi Alonso, porque de Marcelo y Pepe no espero nunca nada nuevo. El brasileño no sabe perder y en cuanto puede saca la pierna a pasear, y el portugués no necesita de ningún cruce de cables, en cada entrada, en cada disputa del balón deja el codo en el cuello del contrario. Es inadmisible que los dos llegasen al minuto 90 sin ser expulsados. Y es que el Madrid ni sus jugadores no han necesitado nunca de estas marrullerías para ganar Champions, Ligas, Copas, Europeos y Mundiales, ¿la diferencia dónde está? En el banquillo. Mourinho ha conseguido cambiar la personalidad de los jugadores y de la institución, y ellos se han dejado llevar.
Y para terminar, tan lamentable es la actitud de permanente enfrentamiento del Madrid y sus jugadores como el teatro en muchos casos de jugadores como Busquets, Pedro y Alves (aunque poco pueden quejarse de esto jugadores como Ramos, Cristiano, Di María y Marcelo merecedores del Oscar tanto como los otros) como las tánganas que se forman entre ambos por culpa de los dos. Y otro dato, los jugadores del Madrid se fueron al vestuario empujados y obligados por Mourinho cuando el campeón recibía el trofeo.
Hay estilos y estilos.