martes, 4 de octubre de 2011

La máquina va engrasándose

El Athletic de Marcelo Bielsa empieza coger ritmo, ya lleva tres partidos sin perder y no son tres partidos cualquiera. El primero fue ante un Villarreal de Champions, que si bien sin Cazorla han perdido potencial en cuanto a creación e imaginación, era uno de los rivales con el que siempre perdíamos. El segundo de ellos se pasó por encima de un multimillonario PSG que únicamente inquietó en los últimos quince minutos de la primera parte. Y el último, el tan deseado como difícil derby en Anoeta contra una Real que había logrado la mitad de los puntos en liga hasta el momento.


En todos ellos, los rojiblancos han dejado patente su nuevo estilo, una nueva forma de interpretar el juego, y que como ya adelantó el técnico rosarino, se pretende ser protagonista, dominar el balón tanto para atacar como para defender cuando el derroche físico empieza a hacer mella y se necesita recuperar el resuello, más presencia en campo contrario que en el propio, presión en todo el terreno de juego, amplitud y profundidad a la hora de buscar sin descanso la portería contraria tanto si se tiene el balón como si no,…

Ha bastado con ir colocando las piezas del puzle allá donde mejor rinden, como a un Javi Martínez por delante de la defensa (o en ella misma cuando Ekiza no está disponible), dominador de todo el centro del campo con capacidad para crear desde atrás y para robar cada balón que pase por la zona. También la inclusión de Borja Ekiza en el eje de la zaga, tanto si ésta es de tres como de cuatro el defensa navarro ha demostrado con creces sus aptitudes en la anticipación así como su velocidad para taponar cualquier intrusión de la delantera rival.

Por fin hemos podido ver también cómo Amorebieta no es sólo un central destructor, también es capaz de pasar con precisión para ir superando líneas de presión y progresar en el juego tanto como de mandar balones en largo a la espalda de la defensa contraria para aprovechar los espacios que dejan cuando presionan. Andoni Iraola ha vuelto a ser ese jugador importante en el esquema de juego y se nota su presencia en el campo a la hora de manejar el esférico y crear ocasiones de gol.


Óscar De Marcos se ha convertido en una pieza imprescindible para Bielsa tanto que en estos tres partidos ha pasado de jugar en el lateral izquierdo a hacerlo por delante de Javi Martínez en compañía de un Iker Muniain que al abandonar la banda ha aumentado sus prestaciones y es un peligro constante para el equipo contrario.

Fernando Llorente los mete a pares, a parte del trabajo constante que realiza en la punta, Markel Susaeta está con una chispa tremenda y no sólo crea peligro en acciones combinativas si no que además marca goles, Igor Gabilondo sigue marcando golazos, parece que no sabe empujar únicamente la pelota, tiene que reventarla y meterla por la escuadra, y así todos y cada uno de los jugadores con los que cuenta el técnico.

En definitiva, las piezas se van engranando poco a poco y lo hacen con los resultados, muy importante si tenemos en cuenta que el deporte de competición necesita de éstos cuando se ha dado un cambio tan radical en cuanto a las aspiraciones en el desarrollo del juego. Y sigo pensando que este juego, esta manera de interpretarlo y el trabajo que se está haciendo es pan para hoy y para mañana, porque no estamos dando peces al pobre, estamos enseñando a pescar.

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