DERROTA JUSTA
Analizando ya lo puramente futbolístico y obviando la falta de recuperación en las piernas y en la cabeza del conjunto vasco, los de Guardiola jugaron a una velocidad fuera de lo normal. Pero los que más corrían no eran los jugadores, era el balón. Los de Bielsa únicamente sucumbieron por sendos errores, uno muy repetido en el partido de ayer y que ya se encargó el propio Marcelo de señalarlo en rueda de prensa, y es que en cuanto los Javi Martínez, Ekiza, Iturraspe y compañía recuperaban el balón, éste se perdía con mucha rapidez (¿quizá por falta de frescura?) y las pocas opciones que tiene cualquier equipo en el Camp Nou pasan atacar y hacer que el equipo culé también deba correr hacia atrás y luchar por la posesión del balón. En una de esas pérdidas llegó el 1-0, Alexis recupera, deja a Messi y éste asiste a Iniesta que fusila a Iraizoz.
El otro error también muy repetido contra el Barcelona y contra (sí, contra, él se lo toma como algo personal el hecho de dificultarnos los partidos) Mateu Lahoz en particular es pitar cualquier contacto que ejerza un jugador rojiblanco sobre uno blaugrana, y de ahí salió el penalty que marcaría Messi. Resulta irónico que este año al Barcelona le hayan escamoteado muchos penaltis claros y que le piten esa broma contra el Athletic.
CON HERRERA Y MUNIAIN ES OTRO ATHLETIC
Saltó al campo el Athletic dosificando esfuerzos dejando en el banquillo a Amorebieta, Llorente, Herrera y Muniain y el equipo lo notó, sobre todo, en esa manera poco fructífera de pelear el mantenimiento del esférico. En la segunda parte la cosa cambió con Ander e Iker en el campo, las asociaciones entre ambos y de ellos con los demás hacía que el Barcelona dispusiera menos del balón para atacar y tuviera que preocuparse también de defender. Esto no quiere decir que Ekiza, Ibai, Íñigo y Toquero hayan jugado mal, todo lo contrario, realizaron un partido muy completo.
La posesión del balón pasó de un 65-35% en la primera parte a un 53-47% en la segunda. De no llegar a la meta de Valdés a obligar a Piqué sacar un balón en la misma raya de gol para evitar el 2-1 tras superar Muniain al portero catalán.
No se puede decir que la derrota era segura, pero sí que había todos los condicionantes posibles (menos de 48 horas de descanso, Mateu Lahoz, y un Barcelona con mucha chispa) para que ocurriera. Un punto de los últimos quince posibles alejan mucho la posibilidad de alcanzar los puestos Champions, pero conociendo lo que pueden dar de sí y demostrar nuestros leones no doy nada por perdido.
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