viernes, 20 de abril de 2012

BARCELONA Y MADRID, SEMANA DE CHAMPIONS... Y DE LIGA

MARCADORES ADVERSOS, PERO REMONTABLES LOS DOS

Barcelona y Real Madrid cosecharon sendas derrotas en sus enfrentamientos europeos. Si bien es cierto que que el conjunto dirigido por José Mourinho obtuvo un resultado mejor que el de Pep Guardiola, fueron los de éste quienes más cerca estuvieron de sacar no solo un empate fuera si no una victoria y hasta podría decirse que abultada, casi definitiva.


Los blaugrana desaprovecharon bastantes ocasiones antes de que Drogba, en el minuto 47 del primer tiempo adelantara al Chelsea con el 1-0 en el partido y en la eliminatoria. Y es que Alexis estrelló un balón en larguero cuando tenía todo de cara para batir a Petr Cech, por ejemplo. Alexis es muy bueno sí, pero no es Villa, y esta puede ser una de las razones del equipo para no haber podido abrir la lata en los encuentros en los que no ha ganado. Más tarde, ya en el segundo periodo el Chelsea estuvo mucho mejor plantado y con las ideas más claras y reforzadas por ese 1-0 y fue entonces cuanto más le costó a los Messi, Xavi e Iniesta abrir la defensa londinense. En mi modesta opinión, Guardiola se equivoca en los cambios: la entrada de Cuenca se da tarde y la de Tiago era una redundancia, pues si un espacio ocupaba y tapaba el Chelsea era el medio y si Cesc había estado desaparecido pues Tiago lo iba a estar también. La entrada de Tello, un jugador diferente por desborde, creo que hubiera sido mejor solución y la entrada de Cuenca también pero antes. Ambos abren el campo tanto y tienen tanto peligro por las bandas que seguramente se hubieran creado más espacios por dentro.

Por su parte el Real Madrid desplegando un fútbol más rácano logró un mejor resultado pues logró anotar en campo contrario. Pero la sensación de conformismo con el 1-1 fue tan elevada y está tan lejos de lo que debe ser el Madrid y de lo que históricamente ha sido que ha dejado un poso amargo. Cierto es un 1-0 en el Bernabéu o incluso 2-0 o 3-1 es muy posible, pero ese regusto que dejó el hecho de poner a Coentrao, que estuvo lamentable y pudo haber sido expulsado, en lugar de Marcelo, el cambio de Granero en lugar de Kaká y las pocas ocasiones de que dispuso el equipo no dan tantas esperanzas como debiera el hecho de depender de una victoria en el Bernabéu para pasar a la final.

Y EL SÁBADO LA LIGA

En medio de todo esto llega el sábado el clásico que decidirá si el Real Madrid es campeón de liga o si bien el Barcelona mantiene más viva que nunca la llama de la esperanza colocándose a un punto. El conjunto culé dispone de 24 horas menos de descanso y disputa 24 horas antes la vuelta de la semifinal de la Champions. Pero aún así no creo que esto sea algo relevante, pues cuando se deciden los títulos las ganas y el ímpetu ocultan cualquier recuperación escasa.

Por el contrario sí creo que puede llegar a ser determinante las pocas prestaciones que lleva ofreciendo el Real Madrid en los últimos compromisos. Exceptuando la actuación en el Calderón frente a un equipo que siempre sale derrotado cuando se trata de jugar contra el club de Chamartín, los partidos frente a Málaga, Villarreal, Sporting, Valencia han dejado bastante claro que la temporada se le puede estar haciendo larga y que la chispa que les hacía pasearse por casi todos los campos hasta febrero ha ido desapareciendo paulatinamente y únicamente viven de los destellos de estrellas del calibre de Cristiano y Benzema, pues Kaká ya no juega, Di María no encuentra el ritmo, Ozil parece cansado e Higuaín tampoco está contando como se merece. Para más inri, Mou sigue poniendo a Coentrao cuando se juega las habichuelas y como el otro día en Munich sale escaldado.

Por tanto, creo que el sábado a las diez de la noche habrá más liga que en ningún otro momento de la temporada y nos esperan cuatro semanas de auténtica emoción.


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