R. MADRID 2-BAYERN 1, LA TANDA DE PENALTIS HACE JUSTICIA

Iker Casillas pudo con el gafe de Cristiano y Kaká para igualar la tanda de penaltis, pero no pudo con el tiro a palos de Ramos. Y es que la excitación inicial, vivir el partido tan intensamente durante todo el día hizo que el Madrid se pusiera 2-0 a los 14 minutos de partido. Cristiano anotaba primero un penalty claro por mano de Alaba y luego un rebote tras una pérdida de Khedira le cayó a Özil que vio a Cristiano solo tras el desmarque de Benzema. Posteriormente, un penalty de Pepe lo aprovechó Robben para dejar la eliminatoria igualada (Casillas estuvo a punto de contrarrestar la estupidez del portugués).

EL PARTIDO DURÓ LO QUE QUISO MOU

El tempranero 2-0 hacía presagiar una goleada con billete de vuelta a Alemania el 20 de Mayo. La defensa endeble del Bayern no dejaba muchas esperanzas. Pero el enésimo planteamiento de Mou rácano y especulativo le volvió a salir caro, pues el equipo de Heynckes se adueñó por completo del balón y el Madrid fue un muñeco en manos de Ribery, Mario Gómez y Robben.

La acometidas germanas iban siendo cada vez más frecuentes y tras perdonar en dos ocasiones llegó el gol de Robben que dejaba la eliminatoria en manos del que menos fallara. El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros y la entrada de Kaká por un desparecido Di María no influyó en el partido, pero sí en el corazón de la parroquia blanca que ya le ha puesto la cruz de una forma definitiva al brasileño.

La salida de Granero le dio más posesión al Madrid y el Bayern no disfrutó de tantas ocasiones, pero aun así Mario Gómez no acertó a anotar el empate en una clarísima ocasión. Entre tanto Cristiano seguía ausente y no participaba ni en la destrucción ni en la construcción, debió estar conforme con su labor anotando dos goles y siendo protagonista, el resto que lo hicieran los demás.

Durante la prórroga el cansancio y el miedo a perder dio entrada a la tanda de penaltis. En ella fallaron 160 millones de euros los dos primeros del Madrid anotando Alaba y Mario para el Bayern. Posteriormente Casillas detuvo dos y Alonso anotó. Pero Ramos mandó el balón al quinto anfiteatro y Sweinsteiger no falló ante Iker.

Y MOU CON LA EXCUSAS DE SIEMPRE

Al término del encuentro, en sala de prensa el entrenador blanco volvió a poner el cansancio de sus jugadores como excusa, eso sí, el sábado en el Camp Nou la victoria es totalmente suya gracias a SU planteamiento (no dice nada, porque salió Karanka, sobre que el Barcelona tuvo un día menos de preparación para el partido). Sin olvidar tampoco el paripé y teatro que hizo en la banda durante la prórroga y loa tanda, siguió echando balones fuera: "el equipo necesita seguir creciendo y el Club necesita seguir creciendo". Por supuesto, él nunca se equivoca. Y es que cuando se juega bien y se hace todo lo posible por ganar y se pierde, uno se plantea el próximo con ánimo de seguir insistiendo y de mejorar lo que haga falta. Pero cuando se guarda y se especula una y otra vez y se pierde no hay consuelo ninguno.