jueves, 14 de junio de 2012

CRISTIANO RONALDO O LA BRUJA DE BLANCANIEVES

Leo en el blog Balón Desastre de Pablo López (@PabloLopezMarca) una entrada sobre las declaraciones erradas, equivocadas, fallidas, una vez más, de Cristiano Ronaldo. Y no puedo estar más de acuerdo, con Pablo López, por supuesto.


Ayer jugaban Dinamarca y Portugal, sólo ellos, en ningún momento juegan Barcelona o Argentina (la albiceleste jugó hace unos días un amistoso en New York contra Brasil y Messi hizo un hat-trick, otra vez), pero de nuevo la supuesta figura de la selección nacional portuguesa se ha equivocado con sus declaraciones, que no son más que el reflejo que un complejo de inferioridad, y es que por lo visto nadie le ha dicho a este chaval que lo más normal del mundo es no ser el mejor, que siempre hay alguien más guapo, más alto, más rico, más famoso, mejor pasador, mejor rematador, más potente y un largo etcétera.

No da la impresión de que alguien de su círculo más íntimo le diga que la humildad es el camino para conseguir las cosas con el respeto de los demás, de que alguien de ellos le haya dicho que igual no es tan guapo, ni tan alto, ni tan famoso, ni tan rápido... En la entrada del blog se hace referencia al cuento de Blancanieves, cuya bruja tiene un espejo que siempre le dice lo guapa que es y el inmenso poder que ostenta. En este caso, la bruja es Cristiano, Messi (sin quererlo) tiene el papel de Blancanieves y el espejo es ese famoso entorno que rodea al portugués.


¿Que es difícil aguantar los cánticos de "Messi, Messi, Messi..." de los campos de fútbol? Pues seguramente, pero ya no tiene 18 años como para no saber enfocar las energías en donde debe hacerlo, en el campo. En vez de soltar las bobadas con un micrófono delante o en vez de celebrar los goles cuando se gana y cuando todo el mundo me dice que soy el mejor enseñando el muslo como una muestra de poderío y supremacía, en definitiva, cuando todo va bien me puedo permitir el lujo de ser chulo y fanfarronear y cuando no va la cosa tan bien lo que hago es despotricar de mi rival, que en verdad sin abrir tanto la boca y con la humildad por bandera (que no quita para que se equivoque con el balonazo a la grada en el Bernabéu, pero es una sola vez) es el mejor del mundo. De hecho está triste si su equipo marca y no ha sido él, es algo incomprensible.

Le aconsejaría que guardaras esas fuerzas para definir mejor en un mano a mano, para chutar las faltas entre los tres palos o para centrar a compañeros mejor colocados, porque cuando su equipo le necesita de verdad Cristiano desaparece, y no porque no lo intente, si no porque no hace nada en beneficio del grupo. Está robbenizado y puede echar por la borda sus mejores años como futbolista por no saber comportarse como una persona.

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