EMPATE A TODO EN EL COLISEUM
No se vieron goles en el Coliseum Alfonso Pérez entre Getafe y Athletic Club pero sí se vio un partido muy abierto y muy intenso disputado de tú a tú en el que cualquiera de los dos podía haber ganado y en el que se han repartido casi de forma equitativa el dominio del encuentro.
(IMAGEN DE DEIA.COM, EFE)
Y es que el Getafe no salió a encerrarse, fue arriba y con los dos delanteros tuvo como intención dificultar la salida de balón de los vascos, que lograron zafarse de esa presión en muchos momentos y en ocasiones de manera brillante, comenzando por un robo en el área propia y llevarlo hasta la portería defendida por Moyá con el cuero raseado sin que los madrileños pudieran hacer nada ante el despliegue técnico y táctico de los leones, que además pusieron un ritmo de partido muy alto que ellos mismo acabaron pagando en la segunda parte.
Una segunda parte más abierta y más alocada en donde se sucedían las llegadas a ambas áreas, pero era el Getafe quien conseguía chutar con más peligro. Pero en una de esas Susaeta estrellaba el balón en el larguero y en el palo (en el mismo disparo, sí, larguero y palo seguidos) y hacía temer por los puntos en la grada. Más adelante, a la salida de un córner Miku remataba al larguero de tremendo testarazo tras aprovechar un espacio no defendido por la zaga bilbaína.
Llegó la ansiada participación de Llorente desde el ya lejano partido contra el Granada, pero la situación poco varió, salvo que los balones largos del Athletic ya encontraban a alguien que los bajara y los distribuyera. Pudo anotar además si hubiera logrado controlar un centro al área en diagonal, pero erró. Muniain tuvo que abandonar el terreno de juego porque se encontraba muy cansado y esto evitó la salida de un Susaeta muy desacertado durante todo el partido y de un Iturraspe desaparecido en toda la segunda parte, motivo por el cual el Getafe ha estado más presente en el terreno de juego del equipo dirigido por Marcelo Bielsa.
Se escapa una nueva ocasión de auparse a los puestos europeos y de acercarse sobre todo a los de Champions, tras el empate de ayer del Levante en casa. Un Levante que visitará La Catedral dentro de siete días, y al que habrá que ganar sí o sí, por mucho que ya suene redundante. Pero antes hay que eliminar el jueves al Albacete en San Mamés, donde tampoco se puede fallar ante semejante sorteo de Copa del Rey.
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