El gol encajado de manera desafortunada por Calatayud a pase de Ramis (primero, no se debe pasar el balón al portero en dirección portería y segundo, no se debe esperar al balón si no atacarlo a la hora de controlarlo) dejó finiquitada la eliminatoria de cuartos de final y deja al Athletic de Bilbao a las puertas de repetir la final de 2009, previo paso por semis donde se enfrentarán al sorprendente Mirandés, plagado de unos jugadores vizcaínos que tenían el sueño de jugar en San Mamés contra el equipo de sus amores y que lo verán cumplido en las próximas dos semanas.
La mala noticia fue la ausencia por lesión de Iker Muniain desde el minuto 40 tras recibir una falta en el centro del campo y cuya caída le proporcionaba un dolor que le hacía imposible continuar y que deja pendiente de evolución para saber si se puede contar en el próximo encuentro liguero en Vallecas contra el Rayo. El partido tuvo ocasiones, pero el control del mismo corrió por parte de un Athletic que durante la primera parte hacía de la posesión una forma de defender y por lo que no dispuso de excesivas ocasiones para dejar la eliminatoria sentenciada. Por su parte Caparrós planteó un partido inteligente, pues quería evitar a toda costa encajar un gol para tener la eliminatoria abierta, por lo que salió más precavido al partido y en la segunda parte intentó por todos los medios (dando entrada al siempre peligros Chori Castro) anotar por lo menos un gol que nunca llegó dando ante un Athletic que con espacios arriba es muy peligroso y que supo defenderse cuando era necesario.
Anduva será una fiesta para recibir al equipo de Marcelo Bielsa, el único conjunto que no ha encajado un gol en todo el torneo, tendrá un lleno absoluto pues de Vizcaya a Miranda apenas hay cuarenta minutos en coche y San Mamés acogerá a todos aquellos mirandeses que quieran visitar la Catedral.
BARCELONA 2- REAL MADRID 2, EL MEJOR CLÁSICO
Partidazo el que se pudo disfrutar en el Camp Nou. Y es que por fin Mourinho puso a los mejores futbolista sobre el terreno de juego y se dejó de experimentos con Altintop y Carvalho en defensa y Pepe de medio (lamentable que este energúmeno haya podido disputar el encuentro tras agredir a Messi en el partido de ida, pero ya sabemos cómo actúan los comités cuando se trata de enjuiciar a jugadores de Madrid y Barcelona).
Ozil, Kaká, Benzema y Cristiano con su velocidad y su capacidad de asociación (fuera de toda duda pero invisible a ojos de Mou) pusieron en jaque a una zaga blaugrana más fallona de lo normal en la salida de balón y merced a ello llegaron las dos primeras ocasiones por parte de un conjunto blanco que en toda la primera parte desperdició cinco oportunidades de marcar. En cambio, el Barcelona se adelantó en el marcador 2-0 en sus dos primeros disparos a puerta (Pedro a pase de Messi y Alves por toda la escuadra), resultado con el que se llegaría al descanso. También fue el equipo de Pep Guardiola el que dejó destellos de excelencia futbolística en forma de homenaje a la técnica individual y colectiva en varias ocasiones en las que entre 3 o 4 jugadores convertían a 3 o 4 jugadores blancos en el gato que trata de cazar el reflejo en el suelo o en la pared.
En el segundo periodo el Madrid fue a por todas y en cuatro minutos a falta de 20 por terminar lograba igualar el marcador (Cristiano tras aprovechar un pase del ayer excelso Ozil y Benzema al hacer lo propio tras un fallo de Piqué y haciendo un sombrero al mismísimo Puyol) y poner en apuros hasta el final a un Barcelona que tuvo que defenderse hasta el final.
Mención aparte merece la actuación de Teixeira Vitienes. Por una vez y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo en casi todas las apreciaciones de Andújar Oliver en Marca.com. Es impensable ver a jugadores de otros equipos que no sean el Madrid, que repartan tanta cera y terminen el partido como ocurrió con Pepe (enésima agresión, esta vez a Cesc, que lo exagera) y Lass (que con una amarilla derriba a Messi sin querer disputar el balón). Los penaltis no me pareció ninguno: a Busquets le da en el brazo a mi modo de ver, pero le da en un brazo pegado al cuerpo y mirando hacia otro lado, es decir, la intención en dar al balón es cero; la de Abidal es más juego peligroso de Ramos que otra cosa, pues levanta la pierna por encima de la cintura de un jugador que tiene a menos de un palmo; los derribos de Benzema y Alexis me parecen cargas en disputas; y el gol de Sergio Ramos viene precedido de una falta clara por agarrón sobre Alves.
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