El Athletic venció por 2-0 a un timorato Mallorca que vino a lo que vino. Todos conocemos el modelo de juego de Caparrós, si lo hacía con los excelentes jugadores que tenemos aquí, ¿qué no hará con un equipo hecho a trozos? Los de Marcelo Bielsa salieron a ganar, como siempre, desde el minuto 1.
Pero esto es fútbol y aquí el más tonto hace relojes, de modo que a base de balones largos el Mallorca inquietó más de lo debido a un excelente Iraizoz, que con dos paradones en la primera parte dio alas a sus compañeros. Ya empezamos a tener golpes de equipo grande: cuando el portero para lo que tiene que parar y evita que se te adelanten en el marcador y posteriormente el equipo gana con solvencia, como ocurre en el Madrid y en la selección con Casillas y en el Barcelona con Valdés.
ESPECTACULAR EL PARTIDO DE HERRERA
A partir de la primera intervención del ayer Txopo rojiblanco se empezaron a suceder la ocasiones y las llegadas, como una de Aurtenetxe que saca con los dedos el meta mallorquinista y un balón que Susaeta no controla cuando encaraba al portero. Y todo ello ocurría bajo la dirección de un Ander Herrera muy protagonista, pidiendo el balón en zona de creación y llevándolo a través de asociaciones con otros compañeros o bien en conducción a la zona caliente del fútbol, donde se deciden los partidos, donde se ganan, y él hizo que se ganara con pases entre líneas o regates superando rivales e incluso pudo anotar en una oportunidad en la que el balón pasó lamiendo la cepa del poste derecho.
El control absoluto del encuentro corría a cargo del Athletic, sin embargo la velocidad de los Pereira, Castro y compañía hacía sufrir a los leones haciéndoles correr hacia atrás, pero siempre aparecía Iraizoz para desbaratar cualquier opción de anotar el primer gol del encuentro. Notar también la imperial presencia y razón principal de las contadas ocasiones bermellonas el partido que realizaron Amorebieta y Javi Martínez, un manual de anticipación y salida de balón.
INCONMENSURABLE DE MARCOS
En el enésimo pase de Herrera entre líneas se encontró el balón Óscar De Marcos, que si jugara en otro equipo y no fuera de Laguardia ya estarían pidiendo su internacionalidad, que colocó el balón en la cabeza de un Fernando Llorente que entraba desde atrás y hundía el cuero en la meta defendida por Calatayud. Posteriormente, al filo de la hora de partido, Susatea controlaba el balón con la espuela y centraba para que Muniain hiciera como el nueve y de cabeza anotara el 2-0.
Gran ventaja en el marcador, pero corta por dos motivos: primero porque anularon un gol al propio Markel Susaeta por fuera de juego inexistente y segundo porque ya conocemos cómo se las gasta el Mallorca en su feudo, y si no que se lo pregunten a cualquier aficionado realista.
Por tanto, gran partido el vivido en San Mamés que sirve para ver la final un pasito más cerca, a la epsera primero de viajar al Iberostar y finiquitar la eliminatoria el próximo miércoles a la misma hora.
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