domingo, 5 de octubre de 2014

ATHLETIC, ENTRE EL BAÑO Y EL RIDÍCULO

Uno nunca sabe cuando acaba un partido tan desigual como el del Athletic en el Bernabéu qué es mérito del rival y qué parte es demérito tuyo.

Partamos de una premisa: los jugadores blancos son elegidos y tienen una calidad descomunal, y no me refiero solo a la calidad técnica, si no también a la física, llegan antes, llegan más rápido, saltan más alto... Quizá ahora vayamos  dando mucho más mérito a esos 3 años de dominio abrumador del Barcelona que sin ser un equipo físicamente superior, dominaba absolutamente todo lo que ocurría en el campo llegando a pasar por encima de equipos como un Madrid hecho de atletas.


Y por otro lado aparece este Athletic que suma 4 puntos de los 21 disputados y con la sensación de equipo superado y deprimido. Decía Paco Jémez que uno no solo elije cómo quiere ganar, si no cómo uno quiere perder, y hoy el Athletic ha elegido perder siendo pequeño, acomplejado, triste, cobarde, porque en donde casi cualquier equipo de primera es capaz de poner en apuros al conjunto de Ancelotti, el de Valverde ha sido una mera comparsa.

El Athletic está deprimido, y lo peor de todo es que no sabe qué le pasa. Resulta bochornoso ver como Beñat es incapaz de poner un centro que un compañero tenga la opción de rematar, y tenemos el gustoso honor de ser el primer equipo que no le crea ni una ocasión de córner al Madrid. Si no es por Iraizoz, que ha hecho 7 paradas de mucho mérito, la goleada hubiera sido de época. Un equipo que iba arriba a presionar pero sin la fe de hacer daño, sin posibilidad de robar el balón, lejos unos de otros, con miedo... o con dudas, que es peor.

Parón de dos semanas para recargar las pilas de la autoestima porque llegan semanas de dos partidos cada 3 días. Ya no sé si es tiempo de no alarmarse. La desazón de ver al equipo superado tanto contra el Madrid como contra el BATE y sin saber a qué se quiere jugar empieza a hacer mella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario