EL Athletic Club venció por 0-1 con gol de Aduriz, décimo en lo que va de liga, sufriendo más de lo necesario ante un Mallorca que ha sumado solo 2 puntos de los últimos 33 posibles y que mereció llevarse al menos un punto dadas las ocasiones que fueron capaces de crear, todas ellas desbaratadas por un inspiradísimo Iraizoz que paró todo lo que debió y más.
Esperando a que llegue el buen juego que la temporada pasada asombró a Europa, los últimos 6 puntos sumados frente a Celta y Mallorca acercan al conjunto de Marcelo Bielsa a los puestos que por plantilla y por recursos debe ocupar el equipo rojiblanco. Con el sufrimiento por bandera, la falta de confianza en la que viven los jugadores les atenaza y el juego rápido, vertical en ocasiones, profundo e insistente no llega, pero tenemos a Aduriz instalado en la eficacia, pues casi cada balón que toca lo convierte en gol o al menos en una ocasión clara. Es una lástima que existan dos animales como Cristiano (13) y Falcao (16) y un marciano como Messi (25), pues ahora estaríamos hablando del principal candidato a llevarse el trofeo Pitxitxi a máximo goleador de la liga.
El Mallorca vivió de ese fútbol directo tan característico de Joaquín Caparrós y mientras el juego fuese de ida y vuelta el conjunto bermellón mantendría las opciones intactas de llevarse algo. Solo cuando Herrera lograba mandar y organizar el fútbol del Athletic, el Mallorca desaparecía del mapa, por eso cada vez que recibía el bizkaino tenía un defensa muy encima que lo paraba en falta o le obligaba a soltar rápido el balón.
Las acometidas del Mallorca fueron numerosas, llegando a sacar 15 córners, pero todas ellas encontraban la respuesta de Iraizoz, muy seguro bajo palos y en la salidas (tuvo una que no midió bien y otra en la que se le escapó el balón pero sin peligro).
Ahora toca recibir al Zaragoza y seguir trabajando para que las barras de moral y confianza de los jugadores rojiblancos se vayan llenando y el juego arrollador y vertiginosos vuelva a aparecer, mientras tanto a ganar, ganar y ganar.
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