jueves, 6 de junio de 2013

DESPEDIDA SAN MAMÉS. 100 AÑOS DE SENTIMIENTO

Lo vivido ayer en San Mamés la noche previa al inicio de su derribo fue más que inolvidable, y desde que aquí quiero felicitar a Gálder, a la Fundación, al Athletic y a las 40.000 almas que no pararon de animar y disfrutar, esas alomas que llenan La Catedral cada dos semanas de pasión, de orgullo y de emoción, porque sin ellos todo esto sería imposible. Y solo deseo que este aroma tan singular que desprende este San Mamés se traslade intacto (ojalá multiplicado) al nuevo.

En el nuevo ya no habrá un campo en el que empezar los partidos, ni una portería en la que meter los goles decisivos, los socios no tendrán el asiento que durante años les a acompañado, estarán rodeados por gente distinta, el solo pegará de diferente forma, el arco ya no vigilará desde lo alto, pero la fuerza y el orgullo serán los mismos.

En esta entrada incluiré vídeos de lo vivido anoche. El homenaje empezaba con la Marcha Triunfal de Aída tocada por la orquesta, poco se pudo aguantar la gente para no airear las bufandas y levantarlas.


Luego saldrían al campo desfilando ex jugadores y ex técnicos. El campo se volvió loco cuando se nombró a Julen Guerrero, no es para menos, es un ídolo, es "la Perla".



Lo mejor estaba por llegar. Minuto 83 de partido y empiezan las sorpresas. Se retira Iturraspe del campo y entra ¡Orbaiz! La despedida merecida que nunca tuvo. Después lo haría... ¡Julen! Éxtasis en las gradas. Luego sería el turno de Adrinúa, otro gran gran capitán de Lezama. Y aún quedaban dos. ¡Dani! El último capitán en levantar un título y para poner la guinda al pastel... ¡IRÍBAR! La gente se acabó volviendo loca al ver al Txopo tocar el larguero como entonces lo hacía, ovación de lujo y cánticos de "Iríbar es cojonudo".


No faltaría el clásico "que bote San Mamés", y sí, todo el campo botó, absolutamente todos, hasta Bielsa, que disfrutó de la noche como un niño aplaudiendo a todos y cada uno de los ídolos rojiblancos, emocionado y fundido con una afición que pidió a gritos su continuidad, no durante el partido durante el cual la gente quería disfrutar del ambiente, pero sí al final y bien claro, he aquí la muestra.



La Marcha triunfal de Aida volvió a retumbar...


Y así se puso punto y final a todo el espectáculo de luces y sonido como broche a una noche mágica, irrepetible. Gracias Athletic.


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