miércoles, 19 de junio de 2013

ADIÓS GILIPOLLAS, HOLA IÑAKI

Llevo años desapareciendo hasta haber desaparecido por completo, y quizá haya necesitado un shock excesivamente brusco, abrupto, contundente, doloroso, muy doloroso, para darme cuenta. Es incalculable lo que he sufrido en estos últimos días, he sentido mi vida desaparecer, me he sentido morir en vida, he notado como se me abría en canal y se me caían todas las vísceras al suelo, me he quedado vacío, caí a un pozo de altura insalvable... o eso creía.

He sido capaz de ser generoso, de dar mi esfuerzo sin pedir nada a cambio, he sido fuerte, alegre, chistoso, bromista,... y otras muchas cosas que he perdido. Y he perdido lo más importante, había perdido lo más importante, a mi mismo. Y con ello me he alejado de todo lo que quiero, de todo aquel a quien amo y necesito tener presente en mi vida, no he sabido regar las flores que me rodean cada día, las he descuidado y se han podrido. Vamos que usando términos de jardinería he sido un capullo, un gilipollas.

He estado enfermo muchos meses, enfermo de pensamientos, de miedo al ridículo, a la vergüenza y a entregarme totalmente, han provocado que cogiera la GILIPOLLEZ, y la convertí en mi modo de vida.

Pido perdón a todo al que haya podido hacer daño, os puedo asegurar que ha sido sin querer, no me he dado cuenta. Y una mirada me ha bastado para saber que puedo volver a ser el de antes, porque sé que puedo con todo, porque sé que valgo (aunque sea muy torpe en muchos aspectos).

Y porque sé que puedo ser feliz disfrutando del camino, acompañado y acompañando a todo aquel que así lo quiera. No me he esforzado lo suficiente por agradar porque era yo el que no se agradaba así mismo.

Estoy orgulloso de ser como soy, ahora, no desde hace muchos meses hasta le día de hoy.

El error en mi SOY (sistema operativo interno) está siendo arreglado. Disculpad las molestias ocasionadas, como diría el Rey "no volverá a ocurrir".


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