Llegaba el Athletic Cub a Villarreal sin De Marcos y Muniain sancionados y Amorebieta lesionado y con Llorente en el banco de inicio, pero aun así los rojiblancos han tenido los tres puntos a tiro. Han salido mandones al principio hasta que han visto de qué pie cojeaba Iglesias Villanueva, no señalando una falta clarísima al borde del área sobre Susaeta, que posteriormente pecó de egoísta por no pasar el balón a un Toquero mejor colocado y que llegaba en carrera. Esa misma falta no señalada, sí lo fue al borde del área hoy mal defendida por Gorka Iraizoz y Senna adelantaba a los amarillos de preciso libre directo (aunque la barrera se ha abierto en exceso). Pero la actuación del colegiado no quedaba ahí porque los pupilos de José Antonio Molina paraban en falta toda contra que intentaban los leones sin que se les mostrara cartulina alguna.
LLORENTE AL RESCATE
En la segunda parte saltó al campo el pitxitxi vasco y en el 62 marcaba de cabeza un centro medido, por fin en este partido, de Toquero. Salió por un más que desacertado David López, que cada vez que juega da muestras del porqué de su suplencia, pues no hace daño arriba ni con centros, ni con pases, ni con disparos y no ayuda todo lo que debería en la presión para robar el balón lo más cercano a la portería rival posible.
En el 66 era Susaeta el que adelantaba a los de Marcelo Bielsa, tras aprovechar un pase perfecto al espacio de Ander Herrera y a la espalda de los centrales amarillos. Cierto es también que Diego López colaboraba al tragarse el disparo del extremo eibarrés que le iba al cuerpo. Pero al poco tiempo Iraizoz hacía lo propio y dejaba en bandeja el empate a Nilmar por no blocar un balón y cuyo rechace caía a los pies del delantero brasileño.
De ahí al final han sido los del técnico rosarino los que han dispuesto de más ocasiones para llevarse los tres puntos y ha sido cuando ha aparecido Diego López para abortar cualquier posibilidad a disparos de Llorente (se iba a córner tras pasar por debajo de las piernas del meta y golpear en el brazo de apoyo en la caída) y de Ibai Gómez en dos ocasiones, una de ellas tras jugada fantástica personal yéndose de cuantos rivales salieran a su paso pero telegrafiando el tiro a puerta.
Empate a todo, por tanto, a la hora del poteo. Me quedo con una apunte de valor: de haberse llevado los tres puntos el Athletic se hubiera colocado en puestos Champions, y lo hubiera hecho como los grandes, con 4 bajas en el once inicial reservando a uno de ellos para el segundo tiempo.
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