martes, 20 de septiembre de 2011

Mejor 2-3 con ocasiones que 0-1 sin ellas.


El Athletic de Bilbao ganó con más autoridad de la mostrada por el marcador en Eslovenia y cayó en casa con el Betis por un marcador que pudo ser más abultado. Sin embargo tengo buenas sensaciones, llamadme loco, aunque ahora a algunos les suene a insulto, pues las ideas de un genio al comienzo siempre son locuras. La diferencia entre ambos encuentros se llama Ander Herrera, y es que se ha hecho el dueño del centro del campo y se ha convertido en el catalizador de todo el juego ofensivo del conjunto bilbaíno, así como en el perro de presa necesario cuando se pierde el balón. Con él las pérdidas son menores y las recuperaciones más prontas.

El equipo en Eslovenia realizó un fútbol de asociación y de posición tal que el contrario apenas dispuso de ocasiones de gol, mientras que los rojiblancos disfrutaron de muchas si bien sólo (me niego a quitarle el acento cuando equivale a únicamente) pudieron anotar dos goles. Por el contrario, el pasado domingo frente al conjunto de Pepe Mel las ocasiones las pusieron ellos más que nosotros. Pero aun así este segundo partido pudo tener cualquier resultado.

Fuera del alcance de Marcelo están los errores individuales como la cantada de Iraizoz (un portero en una falta debe tapar su lado y si se la meten por el otro debe coger el balón de dentro de la portería y aplaudir por el magistral lanzamiento), la mano de De Marcos en un balón que se iba fuera, el fallo de Iturraspe tras pase de la muerte de Susaeta (que está con una chispa tremenda) ni el penalti no pitado en el minuto 92 tras una mano clamorosa de un defensa bético. En la mano de Bielsa está colocar a Javi Martínez en su sitio, en ese puesto que ha brillado tanto que hasta ha tenido ofertas de los mejores clubes del mundo; a Gurpegui en una zona de contención en momentos determinados pero no como defensa ni como creador del juego; y aprovechar al mejor defensa de la temporada anterior, a Ekiza. También en el debe del técnico está eliminar el espacio entre líneas que hay tanto cuando se ataca como cuando se defiende, si bien una es consecuencia de la otra, puesto que si el balón no se tiene tanto como se debe y el equipo ataca con las líneas muy separadas cuando se pierde el balón los espacios que se dejan son muy grandes y muy aprovechables por el contrario.

Las ocasiones llegan pero el desacierto se está pagando caro, aún así prefiero perder 2-3 teniendo ocasiones que 0-1 sin chutar a puerta. La confianza sigue intacta y si alguien nos dice que este año tendremos un entrenador con experiencia, con mucho trabajo, campeón en Argentina con Newell’s y Vélez y campeón olímpico lo firmamos.

2 comentarios:

  1. Llamarte genio a ti mismo... Jajaja!! Dile mejor a tu abuela que entre en el blog y te ponga algo.

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  2. No lo decía por mi, lo decía por Bielsa, yo sólo le apoyo

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