viernes, 19 de agosto de 2011

DE ESTILOS DE JUGAR, GANAR Y PERDER


Ayer el nuevo Athletic de Marcelo Bielsa (a ver cuánto tarda en ser Martxelo) arrancó oficialmente su andadura en una temporada de ilusión tras ver un cambio sustancial en las intenciones al afrontar el partido con valentía y con un estilo tan arriesgado como bonito. El centro del campo compuesto por Javi Martínez, Herrera e Iturraspe acompañados en la delantera, si bien se movió por todo el terreno de juego, con Iker Muniain es medio equipo de la selección sub-21 campeona de Europa el pasado mes y que enamoró a propios extraños con su juego vistoso, de posesión y posición.
Si bien es cierto que el partido acabó con un decepcionante empate a cero vistas las numerosas ocasiones desperdiciadas por los leones, la forma en la que llegaron son el fiel reflejo del cambio de estilo impuesto por Bielsa de amplitud de campo, posesión en el campo del rival, juego interior, ausencia de melones… todo lo que ya anunció en su primera rueda de prensa. Buenas intenciones que hay que plasmar con resultados, claro está, pero la mejor manera para ganar es jugar bien, porque si tienes el balón el rival no ataca y estás atacando y defendiendo al mismo tiempo, porque cuando tienes jugadores de calidad hay que aprovecharlo.
Iraizoz fue ayer un espectador más, apenas tuvo que intervenir 2 o 3 veces y lo solventó muy bien. También es verdad que si el Trabzonspor no se queda con diez se hubiera sufrido más en defensa pero se hubieran aprovechado mejor los espacios en ataque, como bien dijo el entrenador argentino. Y además añado, que en esa rueda de prensa post-partido es la primera vez que no oigo excusas en 4 años, contó lo que pasó en el partido y no se justificó ante el decepcionante empate a cero contra un rival en inferioridad casi todo el partido. Otros hubieran dicho que las circunstancias, la mala suerte… eran los culpables, él no, él asumió que hubo errores y explicó el porqué de ellos, que se deben mejorar.
En otro orden de cosas, el día anterior nos dejó el peor clásico de los últimos años fuera del terreno de juego, porque en el verde se pudo disfrutar de un partidazo entre los dos más grandes del fútbol español y mundial, ambos fueron a por el partido de cara. El Madrid anuló muy bien todo lo que pudo al Barcelona y éste aprovechó de maravilla los espacios dejados atrás por la presión tan adelantada del conjunto merengue.
La diferencia en el terreno de juego la marcó Messi, la asistencia del primero y los dos goles posteriores decantaron el partido y el título a favor de los blaugranas, merecedores de la Supercopa. Fuera del campo Mourinho volvió a erigirse en protagonista, una vez más, en el acto más lamentable que recuerdo de un entrenador metiendo el dedo en el ojo al un técnico del equipo rival. Pero lo peor no es eso, lo peor es que gente que ha sido un ejemplo dentro y fuera del campo ya no lo son, hablo de Casillas y Xabi Alonso, porque de Marcelo y Pepe no espero nunca nada nuevo. El brasileño no sabe perder y en cuanto puede saca la pierna a pasear, y el portugués no necesita de ningún cruce de cables, en cada entrada, en cada disputa del balón deja el codo en el cuello del contrario. Es inadmisible que los dos llegasen al minuto 90 sin ser expulsados. Y es que el Madrid ni sus jugadores no han necesitado nunca de estas marrullerías para ganar Champions, Ligas, Copas, Europeos y Mundiales, ¿la diferencia dónde está? En el banquillo. Mourinho ha conseguido cambiar la personalidad de los jugadores y de la institución, y ellos se han dejado llevar.
Y para terminar, tan lamentable es la actitud de permanente enfrentamiento del Madrid y sus jugadores como el teatro en muchos casos de jugadores como Busquets, Pedro y Alves (aunque poco pueden quejarse de esto jugadores como Ramos, Cristiano, Di María y Marcelo merecedores del Oscar tanto como los otros) como las tánganas que se forman entre ambos por culpa de los dos. Y otro dato, los jugadores del Madrid se fueron al vestuario empujados y obligados por Mourinho cuando el campeón recibía el trofeo.
Hay estilos y estilos.

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