lunes, 19 de marzo de 2012

CRUZ FRENTE AL VALENCIA TRAS LA CARA CONTRA EL MANCHESTER UNITED

El Athletic de Marcelo Bielsa ha mostrado dos caras diferentes en los dos últimos partidos en casa. Por un lado, contra el Manchester United (actual subcampeón de Europa y finalista en tres de las últimas cinco ediciones de la Champions League) se vio a un Athletic lanzado, suelto, desmelenado, buscando con ahínco la meta de De Gea, sacando el balón jugado desde atrás, con mucha verticalidad. En cambio, ayer el equipo estuvo un tanto gris, las buenas jugadas eran un isla en medio de un partido muy feo y falto de ritmo.

A CUARTOS DE LA EUROPA LEAGUE POR LA PUERTA GRANDE

Los goles de Llorente y De Marcos dejaron más que sentenciada una eliminatoria que ya venía de cara de tierras británicas tras la exhibición en Old Trafford de los pupilos del técnico rosarino. El enésimo derroche físico acompañado por una avalancha de juego preciso y precioso dejó sin argumentos a la tropa de Sir Alex Ferguson, líderes de la denominada mejor liga del mundo pero con un único representante entre los 16 finalistas en competiciones europeas, y ausente en el resto de competiciones desde el jueves a la noche. Los Rooney (vaya golazo marcó al filo del final del partido, con ovación de San Mamés incluida), Giggs (leyenda viva del fútbol mundial que abandonó el campo con La Catedral en pie al ser sustituido) y compañía estuvieron desbordados en todo momento por un conjunto rojiblanco que encerró al United en su área a base de combinaciones, donde resaltaron esos dos locos bajitos, Herrera y Muniain, con una personalidad y una confianza extremas, bien escoltados por De Marcos y Susaeta, incansables ambos en movimientos a la espalda de la defensa red.


Y ahora en cuartos espera otra leyenda viva del fútbol, Raúl, que recibirá a los leones el 29 de marzo en Gelsenkirchen y visitará San Mamés el 5 de abril con su Schalke 04, cuarto en liga y fuera de la copa alemana. Si se logra pasar la vuelta de semis sería otra vez en casa y nos enfrentaríamos al vencedor de la eliminatoria entre Sporting de Lisboa y Metalist, verdugo del Olympiakos de Ernesto Valverde.

LA CHAMPIONS SIGUE CERCA A PESAR DE LA DERROTA

Y la cruz se vio ayer domingo frente a un Valencia que también disputó los octavos de final de la Europa League pasando en Eindhoven al empatar a 1 haciendo bueno el 4-2 de la ida en Mestalla. Pero aún así el conjunto de Emery, pesado a más no poder desde la banda y gesticulando sin parar, parece mentira que sea el tercero de la liga que de verdad es la mejor del mundo (por muy desigual que sea entre Madrid y Barça y los demás, ellos dos también son favoritos en Europa, y además hay otros 3 equipos de la liga en la Europa League, el país con mayor representación en el continente), pues su juego ramplón y simple le sirvió para doblegar y por un contundente y excesivo 0-3 al equipo que más está brillando con luz propia por Europa, como es el Athletic de Bilbao.


Pero brillar por el viejo continente no sirve de nada si el juego es deslavazado y poco hilvanado, y lo poco que se logra combinar es de forma esporádica, bien sea por errores de precisión en el pase o por las continuas faltas que el conjunto ché cometía sobre los jugadores rojiblancos (y aun así fue el Athletic el que se quedó con diez, da qué pensar que ocurra lo mismo que en el Villamarín con el mismo árbitro, y más viendo el Madrid-Málaga, en donde Ramos, Pepe y Kaká -sí, Kaká también hace faltas merecedoras de tarjeta porque son a destiempo siempre- campan a sus anchas pudiendo hacer lo que les dé la gana).

La derrota puede ser explicada en en parte por la buena labor de un Valencia que vino a lo que vino, a presionar la salida de balón  puesto que el recurso del balón en largo estaba anulado desde los onces iniciales (teniendo en cuenta que arriba el Athletic tenía las ausencias de Llorente y Toquero como referencias y abajo la de Amorebieta, gran pasador de larga distancia) y a cortar cualquier asociación que se produjese de medio campo hacia delante, si bien también es cierto que el partido estuvo mediatizado por un error en la elaboración en el minuto 40 que puso en bandeja el 0-1 a Soldado, autor de los tres goles, y cuesta arriba el partido a unos leones que llegaron a la portería de Guaita pero sin llegar a finalizar, pues los centros desde las bandas y las internadas hasta la línea de fondo con pases atrás incluidos no encontraron rematador en ningún momento, pues no hubo ningún delantero rojiblanco que se asomara al primer palo para rematar o bien para arrastrar a un defensor y dejar el espacio entre el borde del área pequeña y el punto de penal.

Total, que el Athletic necesita ganar el miércoles en el Calderón tras acumular dos derrotas consecutivas si no quiere ver cómo se le escapa la posibilidad de disputar la Champions League la temporada que viene en un año cuyo pase a la mejor competición continental está más barata que nunca pero también más disputada, con más equipos candidatos.

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